Los
pronombres
En palabras de Benveniste (1966b: 175), los pronombres son
signos ‘vacíos’ que sólo en el discurso se vuelven ‘llenos’. Ello no quiere
decir que carezcan de significado, sino que éste es incompleto si no se
considera el contexto o la situación en que se profieren, es decir, las
coordenadas del acto de habla en el que se insertan: el emisor y destinatario
del mensaje, el momento y lugar en que éstos se encuentran, etc. Pueden
desempeñar funciones deícticas, fóricas, enfáticas, entre otras. Cada función
puede ser desempeñada por uno o más pronombres e, incluso, un mismo pronombre
puede desempeñar varias de ellas.
Existen varias clases de pronombres:
Pronombres
personales: El latín solo posee
pronombres personales de la primera y segunda persona ego y tú además del pronombre reflexivo se. Sin embargo, dado que el pronombre se sería el correspondiente personal a la tercera persona en latín
esta función la cumplen los pronombres anafóricos is, ea, id o el deíctico ille,
illa, illud. Los pronombres
personales no actúan como determinante de un nombre ni como reemplazo de uno.
No suelen aparecer en nominativo ya que el verbo por sí solo marca la persona a
la que hace referencia, luego, su uso sería redundante o enfático. El pronombre
reflexivo se no tiene nominativo
pues hace referencia al sujeto de la
oración.
Además, si un pronombre personal en ablativo va acompañado de
la preposición cum, éste ha de
posponerse siempre al ablativo (mecum, tecum, secum, nobiscum, vobiscum =
conmigo, contigo, consigo, con nosotros, con vosotros). También se debe
tener en cuenta que las formas nostri
y vestri tienen significado
colectivo, son objetivos (meum studium vestri
= mi afecto para con vosotros);
en cambio las formas nostrum y vestrum poseen valor partitivo (nonulli
vestrum = alguno de vosotros). Finalmente, las
partículas -met, -te y -pte aportan valor enfático: egomet “yo mismo”.
Ej.:
Ego laboro et tu quiescis (Yo trabajo y tu descansas)
Ego laboro et tu quiescis (Yo trabajo y tu descansas)
In te spes nostra est (En ti está nuestra esperanza)
Nullus nostrum (Ninguno de nosstros)
Multi vestrum nobis nocuerunt (Muchos de vosotros nos dañaron a nosotros)
Pronombres
Posesivos: Derivan de los pronombres
personales e indican posesión. Pueden presentarse como pronombres cuando
sustituyen a un nombre o como determinantes cuando van acompañando a un
sustantivo y concuerdan con éste, en este caso su función es similar a la del
genitivo. Se declinan como los adjetivos de primera clase (bonus, -a, -um y pulchre, -a, -um). Se debe tener en cuenta que
cuando el poseedor se deduce claramente del contexto se puede (y suele)
prescindirse del posesivo.
Cuando indican un solo poseedor, ya sea para la primera,
segunda o tercera persona, se usan los pronombres meus – tuus - suus, -a, -um. Por un lado, en el caso de suus, -a, -um su plural denota varios
poseedores. Por otro lado, los plurales de meus
y tuus solo marcan un poseedor; para denotar varios poseedores en estas dos
personas se utilizan las formas de noster,
-tra, -trum y vester, -tra, -trum. Cabe
recordar que, al igual que el pronombre se,
el pronombre suus posee un valor
reflexivo y cuando se requiere utilizar un posesivo no reflexivo se recurre al genitivo del pronombre is, ea, id. Ej.:
Regem suspectum habebant pro eius crudelitate.
Tenían respetado al rey por su crueldad.
Tenían respetado al rey por su crueldad.
Como el sujeto sería “ellos” y el posesivo no se refiere a
“ellos”, sino al rey (objeto directo), es necesario usar un posesivo no
reflexivo. La crueldad no es de “ellos” (sujeto), sino del rey (objeto
directo). Si hubiera utilizado el posesivo reflexivo pro sua crudelitate, se entendería que la crueldad es la del
sujeto, es decir, la de “ellos”, y no la del rey.
Pronombres
Demostrativos: Los pronombres o
adjetivos demostrativos en latín denotan cercanía o alejamiento con respecto a
la persona que habla. Su uso es el de señalar algo. Pueden como
determinantes cuando acompañan a un
sustantivo.
§ Hic, haec, hoc: Se utilizan para señalar algo que se encuentre cerda de la
persona que habla. Ej.: Hea meae sunt,
tua istae sunt (Estas son mías, tuyas
son esas) – Hi calimi útiles sunt (Estas plumas son útiles)
§ Iste, ista, istud:
Pronombre de la segunda persona, se usa para señalar algo que
está cerca de la persona que escucha (el interlocutor). Ej.: Da mihi istas tabellae (Dame esas tablillas)
§ Ille, illa, illud:
Con frecuencia se usa como pronombre de la tercera persona y
su función es señalar algo que se encuentra lejos de la persona que habla y/o
la persona que escucha. También puede usarse con valor honorífico, indicando
excelencia y se traduce como “famoso”. Ej.: ille discipuli non ad tempus advenient (Aquellos alumnos no llegarán a tiempo) – Illi veloces veniunt (Aquellos
vienen rápido) – Ille rex Philippus (El famoso rey Felipe)
Pronombres
Fóricos: Remiten a una persona o cosa ya
mencionada en el contexto (anafórico) o que se va a mencionar (catafórico).
Pueden funcionar como sustantivos o como adjetivos.
§ Is, ea, id: Se usa, con mayor frecuencia, para referirse a algo ya
mencionado. Puede ir como adjetivo cuando lleva un sustantivo que lo acompaña;
como sustantivo, cuando se encuentra sin ningún sustantivo que lo acompañe.
Ésto porque una función importante de este pronombre es la de servir como
antecedente del relativo o acompañar como adjetivo al antecedente. Generalmente sustituye al objeto o persona a
la cual que hace referencia. Ej.: Lapidem
et florem carpsi. Ea flos rubra erat (He
recogido una prieda y una flor. La flor era roja) – Id volo, margaritam (Esto
quiero, una margarita)
§ Idem, eadem, ídem: Es
un pronombre enfático de identidad. Por un lado como adjetivo significa “mismo”
y como pronombre significa “yo mismo, tú mismo, el mismo”. Por otro lado, a
menudo sirve para añadir o contraponer una segunda cualidad o acción al mismo
término. En el primer caso equivale a “también”, “al mismo tiempo”, “además”;
en el segundo, a “pero”, “contrario”, “sin embargo”. También indica que una entidad ha sido
mencionada y nos estamos refiriendo a esa y no a otra.
·
Qui
fortis est, ídem est fidens (el
que es fuerte, es también confiado)
·
Multi,
que vulnera fotiter acceperunt, iidem dolorem morbi ferre non possunt (Muchos que soportan heridas
animosamente son, en cambio, incapaces de tolerar las molestias de una
enfermedad)
·
Omnes
aedam porta intraverant (Todos
habían entrado por la misma puerta)
·
Dux
arma tradidit ídem cateri facerunt (El general entregó las armas, lo mismo hicieron los demás)
§ Ipse, ipsa, ipsum:
Su función es enfática, es decir, pone en relieve al nombre o
pronombre al que se refiere. Ej.: Ipse
vidi (Yo mismo lo vi) – Ipse dux in eo proelio cecidit (El Jefe en persona cayo en aquel combate).
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